Arquitecta de tu Mente
“La mayoría de las personas están tratando de evitar un futuro malo, que aún no ha ocurrido” - Peter Crone
Todas las personas de este planeta, hemos sentido esa especie de inquietud que nos aprisiona el pecho, sin saber muy bien por qué. Y cuando una pandemia rompe tus rutinas, esta inquietud puede convertirse en una oscura compañera, que usurpa las facultades de nuestro cerebro.
Cuando esa inquietud se convierte en un estado de ánimo constante, en algo que nos impide comer, hablar, relacionarnos, trabajar o a veces hasta respirar, se le suele llamar ansiedad y es muy importante, darle voz, hablar con y sobre ella. Porque además de ser una patología, esta palabra, engloba muchas emociones y sensaciones como la preocupación, la aflicción o el miedo.
Y como el objetivo básico de cualquier organismo vivo es sobrevivir, todas estas intensas percepciones le hablan a nuestro cerebro, de un miedo sobre un futuro que no deseamos que ocurra.
¿Cuál es el objetivo del miedo?
La especie humana, tiene un miedo predominante; uno que nos ha permitido evolucionar de la forma que lo hemos hecho y que activa, todas nuestras alarmas, casi ante cualquier cosa que amenace nuestra existencia.
El cerebro está diseñado para predecir y protegernos de posibles amenazas, que pongan en peligro algo vital para tu existencia… o también, para la de tu ego.
Leer en un mensaje, que tu jefa quiere hablar contigo, puede disparar frenéticas alarmas, que tu cerebro interpreta como una amenaza a tu existir, ya que empieza a conectar, en milésimas de segundos, eslabones de una infinita cadena de pensamientos, como por ejemplo: ¿qué habré hecho? - no me quiere en su equipo - me voy a quedar sin trabajo - cómo pago la hipoteca - ¡tengo que cancelar las vacaciones! - mis hijos ya no van a poder estudiar en la universidad y bla, bla, bla.
Algo así puede sucederte, sin siquiera pensarlo, porque en algún momento de tu pasado, leíste un mensaje que provocó mucho dolor o pérdida en tu vida.
Sensaciones, emociones o pensamientos relacionados con cualquier tipo de pérdida en tu hogar, tu familia, su abastecimiento, tu economía o en el amor, influyen directamente en tu primitiva percepción del miedo, porque para tu cerebro, perder en estos aspectos de la vida, amenaza tu seguridad, pone en peligro tu protección.
Pero en realidad, lo que tu cerebro puede estar haciendo, sin saberlo, es poner en peligro tu salud, al generar ansiedad o ataques de pánico, interpretando de forma equivocada lo que el miedo te está informando.
Porque el miedo existe, desde los albores de la humanidad, para protegernos. Y el cerebro, ha evolucionado en aras de su constante búsqueda de peligros o posibles amenazas, de las cuales protegernos.
Nuestro problema no es el miedo. El problema es nuestro cerebro interpretando siempre lo mismo, ante circunstancias similares, pero considerablemente, distintas.
Reconstruye tu Cerebro
Todas tenemos traumas y cada persona, tiene su propia versión sobre lo que significan.
Según el diccionario, un trauma es: un sentimiento emocional que deja una impresión duradera en el subconsciente, generalmente a causa de una experiencia negativa.
Esta definición nos informa que cualquier experiencia traumática, genera un camino de información en nuestro cerebro, que es recorrido por diferentes conexiones nerviosas, cada vez que vivimos una situación semejante, a la experiencia que nos generó el trauma.
El dicho popular “el que se quemó con leche, cuando ve una vaca, llora” explica ésta forma de funcionar que tiene nuestro cerebro. Porque cuando percibe que estamos empezando a sentir, algo similar a lo ya vivido, intenta cambiar el ambiente en el que estamos, para protegernos a toda costa. Pero en muchas ocasiones, como el ejemplo de la vaca, en realidad estamos perpetuando aquello que en realidad, queremos evitar.
Para sanear la comunicación entre el miedo y las reacciones automáticas del cerebro, para limpiarla de la contaminación que han dejado experiencias pasadas, es esencial borrar a menudo las cookies, es fundamental borrar datos de navegación antiguos, para dejar de usarlos como evidencia y dejar de proyectar en el futuro, la posible repetición de algo que ya te dolió.
Dedicar cada día tiempo en nuestro ser, para ofrecernos conciencia plena de estos procesos cerebrales, nos permite reconocer estos patrones en cuanto se activan, aún cuando el miedo ha conseguido bloquearnos.
Reconocerlos y decirte en silencio, en ese mismo momento:
elijo vivir esta situación de una forma diferente, aún ignorando los medios, en todas mis realidades, gracias, gracias, gracias,
te permite ser responsable de lo que te está pasando, en vez de víctima de las circunstancias.
Y la magia ocurre, porque simplemente le das al cerebro, algo nuevo que controlar, impidiéndole secuestrar la situación que te provocó miedo, para atosigarte con un temor antiguo.
Suelta y Confía
“Este es mi secreto, no me importa lo que pase” - Jiddu Krishnamurti
Eres más que tu nombre, más que un integrante de tu familia y mucho más que todos esos pequeños o grandes traumas, que vienen definiendo tu personalidad.
Eres puro amor y posibilidad
Tu PERSONALIDAD es tu realidad personal, esa que influye en las decisiones que tomas y en todas tus relaciones personales. Porque cada vez que alguien hace algo que se asemeja a lo que ya viviste, a cualquier situación que te haya hecho sentir rechazada, despreciada, humillada, engañada o ridiculizada… aparece ese antiguo temor, ese miedo desfasado que en muchas ocasiones, no tiene un exclusivo por qué.
¿Por qué no? Porque son miedos de tu niña interior.
Los desafíos, los dolores, las penas, los errores, las decepciones que viviste en el útero de tu madre y durante tu primera infancia, se han fusionado, se han encarnado en quien crees que eres.
Dejar de sentirte víctima, o culpable de lo vivido durante los años más tiernos y vulnerables de tu vida, abre las alas de tu libertad.
Porque las personas, relaciones o circunstancias que presionan el gatillo de un antiguo dolor, están presentes en tu vida, para que te liberes de sus traumas; para que evoluciones, hacia crear cada día, TU PROPIA PERSONALIDAD. Una realidad personal que cambia con cada una de tus respiraciones, con cada nuevo amanecer, con cada nuevo reto, con cada nuevo duelo.
Diseña tu Personalidad
Mereces puro e ilimitado amor y la única persona de este mundo, que puede proporcionarte a diario esta fuente inagotable de abundancia, eres... TÚ.
En mi personalidad, en mi realidad personal, crear hábitos de autocuidado con los aceites esenciales, me facilitaron el camino para vivir, como siempre quise vivir. Con más alegría, con menos preocupación, con más plenitud y en sincronía con mi siempre sabio, instinto.
La verdad es que, para crear hábitos saludables, primero tuve que reconocer conductas, recuerdos y pensamientos que me hacían (y hacen) daño, para poder orientar mis nuevas rutinas, al amor que esas malditas costumbres, me estaban solicitando.
Los aceites esenciales, puros como el amor que merezco, me ofrecieron un abanico de posibilidades para calmar mis nervios, para ayudarme a meditar, para que el sutil aroma de la naturaleza, cada mañana en mi difusor, me guie en un nuevo camino vibrante y desconocido, hacia una bella realidad, que ni siquiera pueda imaginar.
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Foto: Cortesía de Estee Janssens en Unsplash
Fuentes: How To Design Your Perfect Life with Peter Crone , 'De esto hay que hablar': rostros de laSexta visibilizan la importancia de cuidar la salud mental en la nueva causa de 'Constantes y Vitales' | CONSTANTES Y VITALES< , Como superar las barreras del sufrimiento
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